En navegación, entre Martiníca y Horta (Azores).

Como quien más y quien menos arrastraba sus cansancios, nos fuimos al barco directamente, y al poco ya estábamos todos en la cama. Ni un Gin Tonic ni un roncito. Vida monacal. Kiko se integra perfectamente. Los otros tres, ya nos conocemos de muchas singladuras: con Juan hemos recorrido medio Mediterráneo navegando en conserva con el Olyvia; sin sus conocimientos, la bajada a Canarias y el cruce con la ARC nunca hubiera sido el mismo. Da mucha tranquilidad llevarlo a tu lado. Caula, además de tener barco en L’Escala, y salir cuando el tiempo y el trabajo se lo permite (generalmente en solitario), es el que tiene más experiencia en el Atlántico. Este es su quinto cruce. Kiko, con el casi no hemos tenido tiempo para charlar, nos comenta que ha navegado bastante por el Mediterráneo, en el Golfo de Méjico y precisamente en Martiníca. Estoy seguro de que formaremos un buen equipo.

Con acostarse tan pronto, y aun a costa de unos cuantos mosquitos que nos perturban el sueño a todos, a las 07:00 horas ya estamos en pie. Desayunamos en una especie de panadería, llena de chavales que se paran a tomar algo antes de entrar al cole. Nos dividimos la compra. Juan y Kiko se van en el coche al Carrefour, y un servidor y Caula al ED, a comprar cosas de limpieza principalmente y carne y pescado congelados. Algunas cosas no las encontramos, y nos cruzamos llamadas para ver si el otro las puede conseguir.

Al volver al barco descubrimos que hay un atasco en el WC de proa; bueno, mejor que haya sido en puerto. Al final optamos por cambiar una parte de la goma de salida. A Juan hasta le da tiempo para ir a cortarse el pelo. Cargamos agua a tope, y a las 12:45 salimos de nuestro amarre hacia la gasolinera. Llevamos bastantes bidones (por recomendación de Rafael del Castillo) así que paramos en la gasolinera, y el repostaje nos lleva cierto tiempo. A las 13:45 soltamos amarras, y enfilamos las primeras balizas del canal del Cul de Sac de Le Marín. Atrás quedan muchos recuerdos, en especial para Juan, que estuvo más de un mes aquí (primero solo, luego con la familia Maciá-Adam y Sara, y luego con Sara). Se nota que le gusta Martiníca, aunque los precios son como en París mas o menos (Kiko dixit), lo que lo hace de un Caribeño “muy civilizado”. Pasamos cerca de la playa del Club Meditarrenee, y me acuerdo de Montse y los chicos, era su playa favorita. Vemos que el fondeadero de St. Anne está casi vacío. Al salir del canal, viramos a estribor, para pasar Martiníca por su costa Oeste. Pasamos St. Luce, y enfilamos el paso entre tierra y la roca del Diamant. Luego viramos, y ya damos rumbo directo a la parte inferior de Guadalupe. Tenemos unas 170 millas hasta el sur de Antigua (English Harbour / Falmouth Bay) donde tenemos pensado hacer una corta recalada, recargar el combustible que gastemos en este tramo, y salir ya directos hacia Azores.

Como es día de arrancada, no llevamos todavía turnos de guardias, hasta las 18:00 horas LT (23:00 horas UTC), que entramos Kiko y un servidor. Hoy hemos comido ligero (unos bocadillos de jamón y queso y unas crudités de apio e hinojo). Buen ambiente, primeras charlas, y mucho por vivir.