5.FEB.10 - POS.- 16 34 042 N 47 43 032 W TIME 19:00 GMT - 2

En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci
(Santo Domingo, Republica Dominicana) Entramos de guardia Caula y yo a las 20:00 horas. Antonio escucha
la rueda, pero solo saluda, ya ha recibido información y los partes a las 16:00
horas UTC. Seguimos con el spi arriba, y hacemos una velocidad de 6 nudos. El
viento ligero, de 10 nudos. Empezamos la guardia animados, charlando de temas
muy variados, entre filosóficos y mundanos. Al final, con cierta complicidad,
terminamos analizando (y en algún caso criticando) las reacciones de los seres
humanos en general. Todo muy tópico. Después de una hora, todo acaba
abruptamente: me echo un rato, y Caula queda de vigilancia. Una hora más tarde,
cambiamos. Así de simple. A las 24:00 horas damos el relevo a Toño y Mañas. La
situación permanece más o menos estable. Bajamos, y antes de irnos a la cama,
Caula toma unas pocas nueces, yo una barrita energética Hacendado de cereales
con Albaricoque y Yogur. Me echo a dormir, pero al poco rato me despierto por
dos motivos: mi compañero de habitación ronca (algo normal, todos lo hacemos)
pero sobre todo no oigo el ruido del piloto, y este ha sido sustituido por un
“splash” ligero pero continuo de olas en Pero el viento no vuelve. Andamos todo el día a 1,5 – 2
nudos. Bueno, las previsiones se cumplen. Quizás pensábamos que al bajar sobre
el 16º Aún así, si no fuera por los agobios con los billetes de vuelta y
algunas otras cosas que nos rondan la cabeza, yo reconozco que un día de calma
se agradece. No conozco de nadie que haya cruzado el Atlántico de E a W sin un
día o dos de calmas. Está incluido en el billete. Pensábamos que al haberlas
tenido en la bajada a Canarias (lo que no es normal) y al tener la ceñida
durante unos días, habíamos cumplido nuestro cupo. Pero siempre hay alguien ahí
para recordarnos los insignificantes que somos. Nos hemos dedicado a pequeñas
reparaciones (cambiar el cabo del enrollador de génova, que en una zona se
había pelado, subir a la perilla del palo a comprobar la reparación del carril,
etc.) La gente acaba o empieza libros. Yo terminé el ensayo de Santi
Santamaría en el que reflexiona la cocina moderna española, y ahora estoy con
Nick Hornby, “En picado”, donde una panda de suicidas comparte
angustias y busca sentido a su existencia. Y he escuchado la banda sonora de
“In the Mood for Love” (gracias Paco por descubrirme tanta y tanta
música). Toño empieza “Cabo Trafalgar” de Pérez Reverte. Antonio,
con Paulo Coelho, “El vencedor está solo”. Hoy ha tenido libre y cocinado el Sr. Font. Como sabíamos del
tiempo que nos esperaba, hemos hecho una ensalada fría de pasta (pajaritas
vegetales) con cebolla, pimiento morrón, atún en aceite, aceitunas, guisantes,
jamón york de lata y queso tierno, aliñado con una vinagreta de mostaza, soja y
orégano. El Sr. Font, científico por naturaleza, ha leído completamente las
instrucciones de hervido y presentación, sugiriendo que le pusiéramos piña y
mayonesa con mostaza y miel. Le he explicado que solo tenemos una lata de piña,
y creo que es mejor usarla como postre. Antonio le ha dicho que no le gustan
los platos que mezclan dulce y salado. Se ha resignado rápidamente, pero yo me
he sentido un poco mal. Al fin y al cabo es su día libre. Como diría Nick
Hornby: “si en tu puto día libre no puedes hacer lo que te da la gana, la
existencia no tiene sentido, y mucho menos cruzar el Atlántico con cinco seres
a los que no conoces mucho o nada”. No ha habido postre, tal era el calor. Antes, habíamos tomado un
abundante aperitivo con mejillones, aceitunas, zamburiñas, y tostadas con pate
(si, ya se lo han imaginado, en mi inventario salieron 15 latas de pate).
Anoche, para cenar, Toño nos hizo unos estupendos tacos de revuelto con
patatas. Eran nuestros últimos huevos (comprados en Marina Rubicón, no se
asusten). Ah, y como siempre que no hay viento, una canción recurrente de
Jorge Drexler: No somos más que una gota de luz Una estrella fugaz, una chispa tan solo en la
edad del cielo No somos lo que quisiéramos ser Solo un breve latir en un silencio antiguo con la
edad del cielo Calma, todo está en calma. Deja que el beso dure, deja que el tiempo cure Deja que el Alma tenga la misma edad que la edad
del cielo No somos más que un puñado de mar Una broma de Dios, un capricho del sol del jardín
del cielo No damos pie entre tanto tic tac, entre tanto big
bang Solo un grano de sal en el mar del cielo Calma, todo está en calma. Deja que el beso dure, deja que el tiempo cure Deja que el Alma tenga la misma edad que la edad
del cielo |