En navegación, entre Puerto Sherry y Marina Rubicón (sur de Lanzarote).

Un poco antes de lo previsto, sobre las 20:00 horas, nos entra unos 8 nudos, por la aleta de babor, de componente noreste. Por lo menos empezamos a avanzar, a unos 4 nudos. Estamos dando un poco más rumbo a tierra. Hay bastante tráfico de mercantes. También empezamos a ver algunos pesqueros. Las luces de costa se divisan, y las del faro de Cabo Cantín. Ala amanecer, tenemos bastantes pesqueros a nuestro alrededor.

Sobre las 10:30, y como avisaban los pronósticos, el viento cambia a componente sur, pero a una intensidad mayor de la prevista (cerca de los 20 nudos) Nos ponemos a ceñir en el bordo de mar. El barco avanza bien con todo el trapo. Algún roción por cubierta. A las 12:00 cala un poco, lo que nos permite preparar la comida cómodamente.  Hoy ha cocinado J. Mª Peracaula (tostadas con queso y anchoa de aperitivo, spaghetti carbonara y piña con nata). Como siempre, en el momento de servir el viento vuelve a subir, así que emplatar y comer con la escora que llevamos tiene su parte de “Cirque du Soleil”

Por la tarde el viento y mar sigue en las mismas condiciones. Tomamos un rizo y recortamos génova. Aún así navegamos a más de 6 nudos, y eso que ceñimos a 40/45º, al rumbo de 260º.

Llevamos un sistema de guardias de 4 horas, las de la noche dobles (de 20:00 a 08:00), y las de la mañana individuales. Una persona libra cada día, dedicándose a limpieza y cocina. Mañana me toca a mí librar. Hoy tengo guardia de 20:00 a 24:00 con Josep Font, así que esta noche podré dormir al menos 8 horas seguidas… suena bien.

No tenemos muchos datos de cómo vamos, tampoco estamos especialmente preocupados por ello. Creemos que vamos cuartos o quintos en tiempo real, pero con la encalmada, todo puede haber cambiado. Algunos barcos cantan sus posiciones en una rueda de comunicaciones por VHF, pero a otros no se les escucha. Todavía no hemos hablado con Rafael de Castillo, pero según Antonio esto es difícil hasta pasar Canarias.