Amarrados en Puerto Banús. Marbella. Málaga.

La navegación final fue bastante divertida, no paramos de avistar delfines y ballenas. En algún caso, como vamos bien de tiempo, incluso nos acercamos para intentar fotografiarlas un poco mejor. El mar, completamente plano.

A las 15:30 estamos abarloados al muelle de espera de la gasolinera de Puerto Banús. La gente de administración no llega hasta las 16:00 horas, así que decidimos hacer combustible. Después de una pequeña espera nos mandan a un amarre de 15 metros, del pantalán 1.  Tenemos enfrente los barcos más grandes, entre los que destaca el “Lady Haya”, de casi 50 metros de eslora.

Al final este viaje nos está recordando constantemente la compra y la primera navegación con el Ataifor y Aldo. Puerto Banús sigue más o menos igual, con todo el gentío paseando y mirando las tiendas y los coches de lujo, como un “to do list” de las guías. Manuel concluye que los coches están puestos por la “organización” para llamar la atención. Principalmente Ferarris, Bentleys y Lamborghinis. Muchos árabes y anglosajones.

Mateo tiene un par de amigos en la ciudad, así que después de cenar algo en un chiringuito de playa (ni caro ni barato, ni bueno ni malo), se van a salir a dar una vuelta. Regresan al barco a las 02:00. Luis se queda un poco más.

El día siguiente lo pasamos con un poco de vaguería. Algunas compras en el Hipercor, vista al comercio náutico “El Estore”, comida en el Hard Rock para complacer a Mateo, siesta, café y compras para el barco. Vamos a darnos un baño a la playa, que no está muy llena, y con el agua bastante fresquita. Tras las duchas, y con la puesta de sol, cenamos en el barco un picoteo (gambas, boquerones, pez espada humado, carpaccio de ternera y bonito a la plancha) y nos vamos todos a tomar unas copas. Nosotros no volvemos al barco, y los chicos se quedan disfrutando de la noche marbellí.

En el barco, revisamos el pronóstico, y vemos que la situación estable de levante que hemos tenido durante los últimos días va a cambiar a poniente, así que decidimos salir con el alba, para pasar el estrecho lo más tranquilamente posible, y luego recalar en Barbate.

Amarrados en el Pantalán 1, amarre 48

Pantalón de hormigón muy alto, vamos de proa y la pasarela se queda horizontal

Hay que dejar fianza para el conector de luz (Marechal de 5 hilos), Mando de la puerta de entrada y tarjeta de duchas. En total, 286 euros de fianzas.

El amarre, 110 euros por noche + consumos de agua y luz.

Las duchas están lejos de los amarres, junto a la varada, al inicio del muelle de abrigo, pero cerca de la playa. De estado “justito”

Aunque hay mucha animación, tampoco hay mucho ruido, pues los bares ruidosos (discotecas y pubs irlandeses) están en el “second line”. En primera línea, los restaurantes y tiendas.

Hay una tienda náutica – ferretería “El Estore”, en la salida peatonal hacia la avenida.

Detrás de Puerto Banús hay un  gran Hipercor con tiendas El Corte Ingles, muy bueno para abastecerse.